Por lo general, notarás que tu niño no lo pasa bien, sufre, no habla o camina, es tímido y no sonríe. O quizás si hay cambios extremos en su comportamiento: tu pequeño, que es muy cariñoso, comienza a agredir a otros, tiene rabietas que no corresponden con su edad y comienza a sentir miedos.
Evaluación psicológica específica a los problemas infantiles…